GEOCOMUNICACIÓN. DE LA CIUDAD A LA CIUDAD ELETRÓNICA

[08-02-2009] por Paulo Celso da Silva
Este artículo trata del tema del posmodernismo, la geocomunicación, las ciudades buscando mostrar como la teoría analizaba el tema. Propone una reflexión teniendo como personaje un observador que invita los lectores a acompáñalo en un viaje a las décadas pasadas y responder las cuestiones aún actuales. La emoción es un concepto bienvenido en estos tiempos de incertidumbres donde la fragmentación del hombre en el mundo toma lugar de la totalidad antes buscada. El cotidiano y el vecindario son escalas importantes del vivir y del devenir contemporáneo. leer más>

GUÍA PRÁCTICA DE COMUNICACIÓN CON POLÍTICOS

por Tomás Múgica y Lucía Schumacher (Abril 2008),  Programa de Alianzas de la Sociedad Civil en América Latina,   ODI (Overseas Development Institute),   DFID (UK Department for International Development),   CIPPEC (Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento).

Comunicarse con políticos implica poder intervenir en el debate sobre los temas que conforman la agenda pública. Comunicarse significa poder establecer contacto, expresar ideas, escuchar necesidades, y proponer objetivos comunes y acciones concretas. La comunicación con los políticos, entonces, supone establecer vínculos de confianza con aquellos identificados con los valores y la agenda de la sociedad civil para avanzar en estrategias comunes de construcción de políticas públicas.

En los últimos años, tanto el Estado como las OSCs han cambiado significativamente su actitud. Han pasado de la desconfianza mutua a una relación más constructiva. Los funcionarios y políticos parecen más inclinados a escuchar las sugerencias de las organizaciones de la sociedad civil y, por su parte, las OSCs han virado de estrategias desafiantes a estrategias cooperativas, tratando de influir en la política pública mediante la persuasión y el consejo directo a los funcionarios apropiados, en lugar de recurrir solamente al activismo y a la confrontación.

Sin embargo, la construcción de confianza no siempre es fácil y aun presenta importantes desafíos, especialmente aquellos relacionados con los prejuicios presentes de uno y de otro lado. 

Desde la sociedad civil predomina, muchas veces, la visión de que las prioridades de los políticos son sus propias carreras políticas, sus relaciones y sus partidos, y luego, sólo a veces, el bienestar de la comunidad para la cual trabajan. Es frecuente, entre muchos miembros de OSCs, el prejuicio que presenta a dichas organizaciones como eficientes y entregadas al bien común, la cara opuesta del Estado y los partidos políticos, señalados como ineficientes, corruptos y egoístas.

Desde el Estado, en tanto, los funcionarios muchas veces creen que las OSCs tienden a plantear demandas maximalistas porque desconocen las restricciones de todo tipo a las cuales se enfrentan quienes trabajan en el Estado.

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